La búsqueda por parte de las autoridades del menor Luis Santiago Lozano, de once meses, desaparecido desde el pasado 24 de septiembre en Chía, terminó este martes de manera trágica.
Desde las 7 de la mañana, 150 hombres de la Policía Nacional y de la Fiscalía habían reanudado la búsqueda del menor, en una zona entre Chía y Tabio.
Allí con perros y equipos especiales, los uniformados encontraron una bolsa de lona blanca, en la que hallaron el cuerpo de un menor con características similares a las de Luis Santiago.
De inmediato, las autoridades procedieron a acordonar la zona conocida como la vereda de Tíquiza y comenzaron el levantamiento de cadáver y las labores parciales de reconocimiento.
La trágica noticiaEl primero en confirmar esta información fue el Gobernador de Cundinamarca, Andrés González, quien aseguró a los medios de comunicación: “La noticia no es buena. El reporte oficial que tenemos es que el bebecito apareció abandonado en una bolsa, muerto por hipotermia o asfixia”.
Estas declaraciones encendieron la alarma en la casa de los Lozano, quienes al mismo tiempo escuchaban esperanzados al padre Alirio López, quien anunciaba que había logrado un contacto con una mujer que supuestamente tendría en su poder a Luis Santiago. El sacerdote había recibido siete llamadas de una mujer que aseguraba que el propio padre del niño se lo había entregado para que lo cuidara.
Sin embargo, al escuchar a través de los medios de comunicación sobre el hallazgo de un cadáver con similares características a las de Luis Santiago, su tía Andrea Lozano se dirigió al Cerro de Lourdes, para reconocer y verificar si era su sobrino.
A las 9:17 de la mañana, Andrea Lozano y otra familiar del menor llegaron al lugar para realizar el reconocimiento y durante varios minutos las mujeres fueron preparadas por las autoridades para ese instante.
La identificaciónCuarenta minutos después, el Director del Gaula, general Luis Alberto Pérez, manifestó que "el nombre del pequeño Luis Santiago Lozano está retumbando en lo corazones de todos los policías de Colombia, quienes de alguna manera sentimos que una parte de nosotros y de nuestros hijos también ha muerto".
De esta manera, el uniformado confirmó que “Luis Santiago fue secuestrado y asesinado de forma infame por su propio padre. No obstante, nos fortalece saber que este crimen no quedará en la impunidad”.
El general Pérez indicó que avanzan las investigaciones para establecer con exactitud las causas de la muerte del menor. Aunque de manera preliminar se presume que fue producto de asfixia.
“El niño fue encontrado en una bolsa envuelto con la ropa con la que fue secuestrado y envuelto en una manta que llevaba el pasado 24 de septiembre en la noche del plagio”, dijo el oficial.
El Director del Gaula explicó que la familia hizo el reconocimiento en primera instancia del niño y lo único que está pendiente es la confirmación técnico-científica, a través de una prueba de ADN.
Es por eso que, a las 11:35 de la mañana, el cuerpo de Luis Santiago fue trasladado hasta la sede de Medicina Legal en Bogotá para realizar la plena identificación del cadáver y las verdaderas causas de la muerte.
El repudio en ChíaMientras se realizaban estos análisis al cuerpo del menor, en las calles de Chía los vecinos de la familia Lozano y los niños del municipio salieron a protestar por el asesinato del niño.
Comenzó entonces una marcha con más de 300 personas que caminaron desde la casa donde se crió Luis Santiago con su mamá Ivonne Lozano, hasta el parque central de Chía.
En medio de esta manifestación apareció la imagen triste de Juan Lozano, abuelo del menor quien siempre guardó la esperanza de ver nuevamente a su nieto.
“No hay palabras para decir lo que uno siente al enterarse que una persona inocente termina de esa manera. ¿Por qué hay personas que no temen de Dios con un ser débil?”, afirmó el abuelo de Luis Santiago.
En medio de esta marcha de repudio contra los asesinos del menor, Juan Lozano recordó a su pequeño nieto y afirmó que era “muy despierto y bello”.
“Repudio este crimen, sin embargo lo pongo en las manos de Dios, pues siento lástima por las personas que lo hicieron, porque sé que la justicia de Dios es justa”, dijo Juan Lozano.
Al terminó de esta marcha comenzó en el parque central de Chía una eucaristía y exactamente a la 1:41 de la tarde, el municipio cundinamarqués se unió en el silencio para protestar por la muerte del menor.
Desde las 7 de la mañana, 150 hombres de la Policía Nacional y de la Fiscalía habían reanudado la búsqueda del menor, en una zona entre Chía y Tabio.
Allí con perros y equipos especiales, los uniformados encontraron una bolsa de lona blanca, en la que hallaron el cuerpo de un menor con características similares a las de Luis Santiago.
De inmediato, las autoridades procedieron a acordonar la zona conocida como la vereda de Tíquiza y comenzaron el levantamiento de cadáver y las labores parciales de reconocimiento.
La trágica noticiaEl primero en confirmar esta información fue el Gobernador de Cundinamarca, Andrés González, quien aseguró a los medios de comunicación: “La noticia no es buena. El reporte oficial que tenemos es que el bebecito apareció abandonado en una bolsa, muerto por hipotermia o asfixia”.
Estas declaraciones encendieron la alarma en la casa de los Lozano, quienes al mismo tiempo escuchaban esperanzados al padre Alirio López, quien anunciaba que había logrado un contacto con una mujer que supuestamente tendría en su poder a Luis Santiago. El sacerdote había recibido siete llamadas de una mujer que aseguraba que el propio padre del niño se lo había entregado para que lo cuidara.
Sin embargo, al escuchar a través de los medios de comunicación sobre el hallazgo de un cadáver con similares características a las de Luis Santiago, su tía Andrea Lozano se dirigió al Cerro de Lourdes, para reconocer y verificar si era su sobrino.
A las 9:17 de la mañana, Andrea Lozano y otra familiar del menor llegaron al lugar para realizar el reconocimiento y durante varios minutos las mujeres fueron preparadas por las autoridades para ese instante.
La identificaciónCuarenta minutos después, el Director del Gaula, general Luis Alberto Pérez, manifestó que "el nombre del pequeño Luis Santiago Lozano está retumbando en lo corazones de todos los policías de Colombia, quienes de alguna manera sentimos que una parte de nosotros y de nuestros hijos también ha muerto".
De esta manera, el uniformado confirmó que “Luis Santiago fue secuestrado y asesinado de forma infame por su propio padre. No obstante, nos fortalece saber que este crimen no quedará en la impunidad”.
El general Pérez indicó que avanzan las investigaciones para establecer con exactitud las causas de la muerte del menor. Aunque de manera preliminar se presume que fue producto de asfixia.
“El niño fue encontrado en una bolsa envuelto con la ropa con la que fue secuestrado y envuelto en una manta que llevaba el pasado 24 de septiembre en la noche del plagio”, dijo el oficial.
El Director del Gaula explicó que la familia hizo el reconocimiento en primera instancia del niño y lo único que está pendiente es la confirmación técnico-científica, a través de una prueba de ADN.
Es por eso que, a las 11:35 de la mañana, el cuerpo de Luis Santiago fue trasladado hasta la sede de Medicina Legal en Bogotá para realizar la plena identificación del cadáver y las verdaderas causas de la muerte.
El repudio en ChíaMientras se realizaban estos análisis al cuerpo del menor, en las calles de Chía los vecinos de la familia Lozano y los niños del municipio salieron a protestar por el asesinato del niño.
Comenzó entonces una marcha con más de 300 personas que caminaron desde la casa donde se crió Luis Santiago con su mamá Ivonne Lozano, hasta el parque central de Chía.
En medio de esta manifestación apareció la imagen triste de Juan Lozano, abuelo del menor quien siempre guardó la esperanza de ver nuevamente a su nieto.
“No hay palabras para decir lo que uno siente al enterarse que una persona inocente termina de esa manera. ¿Por qué hay personas que no temen de Dios con un ser débil?”, afirmó el abuelo de Luis Santiago.
En medio de esta marcha de repudio contra los asesinos del menor, Juan Lozano recordó a su pequeño nieto y afirmó que era “muy despierto y bello”.
“Repudio este crimen, sin embargo lo pongo en las manos de Dios, pues siento lástima por las personas que lo hicieron, porque sé que la justicia de Dios es justa”, dijo Juan Lozano.
Al terminó de esta marcha comenzó en el parque central de Chía una eucaristía y exactamente a la 1:41 de la tarde, el municipio cundinamarqués se unió en el silencio para protestar por la muerte del menor.
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